En el artículo anterior Cambio de vida (pt1): Cómo saber si necesitas cambiar te explique cuales son las señales que te indican que ya siendo hora de hacer algunos cambios en tu vida.
Todas ellas son señales interiores, como el perder la paciencia con todos y con todo (incluso contigo mism@), o despertarse en medio de la noche con ansiedad durante varios días seguidos.
Lo que no te conté es el cómo empezar a hacer ese cambio, de una manera gradual y sin necesidad de poner toda tu vida patas arriba. Porque, sí, puede que sepas que tienes que hacer un cambio, pero eso no significa que interiormente te sientas preparad@ para
hacerlo ¿verdad?
Los cambios asustan, y normalmente nos resistimos a ellos. No hay garantías de que lo nuevo vaya a ser mejor, y por eso, las personas tendemos a seguir como siempre a menos que la situación se vuelva totalmente insostenible.
Y eso es lo que me pasó a mi.
Te dije en el artículo anterior que iba a compartir contigo un poco de mi historia, con la esperanza de que te inspire a hacer algo ya mismo para mejorar tu vida, y también para tratar de evitarte algunas de las dificultades por las que yo pasé.
Hace unos años yo estuve yendo en contra de mi propia naturaleza. Estaba en un trabajo que exigía mucho de mi, estaba muy lejos de casa, era muy estresante y tenía mucha responsabilidad a mi cargo. Llegaba tan cansada a casa por las tardes que me quedaba dormida mientras estaba cenando. La situación llegó a tal extremo, que mi marido empezó a preocuparse mucho de que me pudiera quedar dormida mientras conducía camino al trabajo.
Pero aún así yo seguía en él, y me sentía totalmente incapaz de romper mi palabra (me había comprometido a un proyecto concreto) así que hacía lo posible por aguantar de la mejor manera posible hasta que terminara.
Podemos decir que me pasé forzando la «máquina» (mi cuerpo), más allá de lo que podía aguantar, hasta que no pudo resistirlo más y… se rompió.
Entonces vinieron las crisis de ansiedad, los ataques de pánico, los mareos, la enfermedad autoinmune en el tiroides…
Y entonces ya no tuve otra opción. Tuve que parar, buscar ayuda porque yo sola no podía ya salir del agujero en que me había metido. Era imposible seguir igual. El dolor era tan intenso que lo único que pude hacer fue parar.
Casi nadie, a parte de mi marido sabía lo que me estaba pasando. De hecho envidiaban mi situación, decían que era muy afortunada por trabajar en aquello de lo que había estudiado, y por estar ganando dinero, y por el prestigio de mi profesión y por todas esas cosas que, los que no sufren en su trabajo, equivocadamente valoran.
Es curioso, pero también lo pasé francamente mal cuando di el paso de irme. Sentía que por hacerlo estaba fracasando como persona. Ahora me parece que tenía que haberme ido mucho antes, pero cuando estás dentro de la situación, no tienes la calma ni la distancia suficientes para darte cuenta de lo que está pasando de verdad. Y yo en aquel entonces me sentí culpable y que estaba decepcionando a muchas personas que me querían.
Lo bueno es que incluso los momentos más duros de la vida tienen la semilla de algo positivo. Porque es justo en este momento cuando empiezas a buscar, a replantearte cosas, a buscar en tu interior y a hacerte las preguntas adecuadas:
-¿Quién ha dicho que tenga que vivir igual que todo el mundo?
–¿quién me ha dicho que tenga que ser igual que los demás?
-¿quién me ha enseñado que está bien ir en contra de mi propia naturaleza?
-¿Quien soy yo realmente y que quiero para mi vida?
Si te encuentras en una situación parecida a la mía, e incluso si no lo estás, te aconsejo que te hagas estas preguntas al menos una vez al año. Te ayudarán a reconectar con quien tú eres y con lo que te de verdad te importa.
Ese fue el comienzo de mi gran cambio de vida.
Si hasta ahora nunca nadie te ha dado el permiso para ser tú mism@, aquí te doy el mío. Permiso concedido, así que deja de buscar el permiso de aquellos que te rodean y considérate con todo el derecho de buscar quién eres y qué es lo que te importa de verdad.
Cada uno de nosotros somos diferentes ¡viva la biodiversidad! Es una bendición para el Planeta y en la naturaleza ¿por qué no iba a serlo también respecto a las personas? Acepta tus diferencias. Y olvídate de la persona que te enseñaron que tenías que ser.
Por favor, no esperes a llegar a límite para examinar si la vida que llevas te hace feliz o si ha llegado el momento de hacer un cambio de vida.
PONTE EN ACCIÓN
Te dejo unas sugerencias que puedes utilizar para empezar a hacer tu cambio de vida hoy mismo:
1) Conótece a ti mism@. Desde hoy empieza a conocerte. Descubre qué te gusta y que te disgusta, que cosas te interesan y cuales no. Tal vez quieras descubrir cual es tu proposito en la vida con mi curso «Encuentra tu Camino: 5 pasos para descubrir tu proposito en la vida de forma F.A.C.I.L.»
2) Imagina tu estilo de vida ideal. Averigua cual es el estilo de vida que mejor funciona para ti, ¿te gusta madrugar o levantarte sin despertador? ¿te gusta vivir en la ciudad o en el campo? ¿te gusta conducir o prefieres poder trabajar desde casa?
3) Conecta con tu corazón. Pasa un tiempo cada día imaginando que respiras a través de tu corazón. Presta atención a las sensaciones que notas en esa zona, y desarrolla una conexión más fuerte con los mensajes de tu corazón, porque en él reside la ver de cuál es tu propósito en esta vida.
4) Rodéate de gente afin.Y si estas solo, o sola, si nadie en tu entorno te comprende, es muy difícil encontrar la motivación y el apoyo necesarios para cambiar. Busca grupos de gente que piense como tú. Y si no hay nadie cerca de donde vives, ¡búsca por internet! la tecnología puede realmente ser mágica.
5) Pide ayuda. Si no sabes qué hacer o por donde tirar, pregunta. La ayuda aparecerá en cuanto estés preparad@ para recibirla.. En tu vida aparecerán las personas ideales, tu gente, compañeros del alma, buscadores como tú.
6) Ábrete a las señales, déjate guiar por tu intuición. Si aún no sabes cómo tu intuición se comunica contigo, aprende a escucharla, porque está guíandote continuamente hacia lo que es mejor para ti.
7) Y finalmente ahora más que nunca, deja de vivir la vida que no quieres y date permiso para explorar nuevos territorios. El mundo está cambiando ¿lo has notado? El cambio es una oportunidad para crecer y para ser vivir de una forma que te haga realmente feliz. Por muy pequeño que sea el cambio que hagas, es un paso importante en tu camino de vivir tu auténtica verdad, de ser tal y como eres.
Recuerda: Puedes tomar las riendas de tu propia vida más de lo que crees.
Namaste
Charo